Teresa de Jesús

"Los desgarros de la vida, los remendaba Teresa,

con la aguja de la fe y el dedal de la paciencia."

Eduardo Marquina

martes, 22 de octubre de 2013

La barriada del Cristo

Como tengo el orgullo de haber nacido en esta barriada, quiero hacer llegar a los que me lean algunos detalles que he podido recoger del origen y del desenvolvimiento de mi barrio querido.
El día 12 de septiembre de 1795 durante una fiesta solemne el presbítero Nepomuceno Arango, que era párroco de la Iglesia Mayor (hoy Catedral)bendijo la pila bautismal en la entonces ermita del Santo Cristo del Buen Viaje, y el padre Don Antonio Aguilar y Porro, Cura Coadjutor, bendijo el pequeño cementerio anexo a dicho templo.
Años después, cuando se prohibió enterrar en las iglesias, este terreno pasó a ser el primitivo cementerio general de Puerto Prícipe.
La Plaza del Cristo, hoy llamada oficialmente Parque Pablo Gonfaus, se llenaba en días de feria de cantinas y de tableros donde se vendían empanadillas de maíz y de harina de Castilla, rosquitas de catibía, pan de gloria, dulce de yemas dobles, ponche de leche y frutas.
El historiador JuanTorres Lasquetti nos dejó una visión de la Plaza del Cristo: "Es un cuadrilongo de 70 varas de ancho y 130 de largo, hacia el centro se le formó en el año 1875, un parquecito por iniciativa del corregidor Don Manuel Agustín Betancourt, apoyándose en el entonces Comandante Geneeral Don Juan Ampudia, está rodeada de ladrillos con asientos de lo mismo en su parte interior y entre unos y otros frondosos laureles. Residentes de la barriada como Miguel Vega Pascual y Ramón Larrúa, participaban activamente en la organización de las ferias anuales que se celebraban en la plaza, preparando los bazares, juegos diversos, entre ellos la famosa cucaña y otorgando premios a los vencedores. Con regularidad visitaba la plaza el circo "La Rosa", yo recuerdo muchas de las veces que fuí con mi padre a sus funciones. Siguiendo con la descripción de la plaza no puedo olvidar las varias florerías que allí existían haciéndose competencia. Desdichadamente sus nombres escapan a mi memoria. No olvidemos al cine "Camagüey", destruido por el ciclón del 26 y reconstruido muchos años más tarde, este fue el que yo conocí y disfruté. Para terminar este pequeño recuerdo de mi barrio, orgullosamente menciono que allí nacieron dos insignes cubanos en la misma cuadra:el científico y médico Carlos J. Finlay y la poetisa Aurelia Castillo de González.

La Quinta de los Simoni

Entre las edificaciones patrimoniales más significativas del Camagüey se encuentra la Quinta Simoni, situada a orillas del río Tínima, construida en la primera parte del siglo XIX por José Ramón Simoni, padre de Amalia Simoni Argilagos, esposa del Mayor General del Ejercito Libertador Ignacio Agramonte y Loynaz. El inmueble que ocupaba alrededor de 30 hectáreas permitió levantar una vivienda amplia con huerta, jardines y un área destinada para baños en el río colindante que no estaba tan contaminado, como ahora. En su tiempo fue una de las casas de mayor elegancia y espacio en el Puerto Príncipe decimonónico, según ha investigado el doctor Roberto Méndez Martínez. Fachada neoclásica, portal con arcada de medio punto y columnas dóricas en los muros, eran características de la “Quinta”, además de decoraciones con símbolos de procedencia masónica entrelazada con relieves en los cuales aparecen el emblema triangular, astros, animales y herramientas de laboreo. Hacia el interior la vivienda contaba con muchas comodidades inusuales para la época, amplias y ventiladas habitaciones en la cual había una con una tina de mármol blanco para el aseo de la familia. Sobresalía las obras hidráulicas, novedosa para su tiempo, con una conductora que traía el agua desde el río colindante y a la vez una red de desagüe lo cual ofrecía confort e higiene al lugar. La “Quinta” fue habitada poco más de 20 años, hasta que a fines de 1868 los residentes marcharon al campo insurrecto luego del levantamiento del cuatro de noviembre de ese año, entonces personas vinculadas al poder colonial español, la saquearon e incendiaron y luego utilizada como cuartel del cuerpo de voluntarios. En pleno siglo XX el recinto fue convertido en colegio y más tarde en casas de vecindad hasta caer en un franco deterioro, que se detuvo en la década de los años ´80 y se reconstruyó y se inauguró en su actual forma en 1991. Fue en esa época en que la “Quinta” comenzó a llamarse “Casa de la Mujer Camagüeyana”, en honor a la insigne patriota Amalia Simoni, y de todas aquellas que en diferentes momentos han luchado por Cuba. Ten. Blog de WordPress.com.