Teresa de Jesús

"Los desgarros de la vida, los remendaba Teresa,

con la aguja de la fe y el dedal de la paciencia."

Eduardo Marquina

jueves, 20 de octubre de 2011

Ballet de Camagüey

Camaguey Cuban Ballet Premieres in Paris
Prensa Latina - Oct 16

Paris, Oct 16 (Prensa Latina) To come to one of the Meccas of classical dance worldwide, it must be done in style, and this is what Camaguey's Cuban Ballet intends to do, with its premiere in this capital of "Flammes de Paris".

This demanding work has never been presented by the prestigious company from Camaguey, whose historic center is a UNESCO World Heritage Site. The first performance will be in the City of Light today, and tomorrow the company presents the work at the Palais des Congres in Porte de Maillot.

Flammes de Paris (Flames of Paris) is a Russian ballet in four acts with music by Boris Assafiev and it was conceived in 1932. However, it has evolved considerably, the last adaptation being the modern version created in 2008 by the Bolshoi of Moscow.

Still, it is a little-known ballet that pays homage to the French Revolution of 1789, and is performed by the Cuban ballet company with a version of the choreographer Lila de la Torre. The challenge seems huge as they perform to the 3,700 patrons in the Congress Palace.

Carmen Mayans, the producer in France of the Camaguey group presentations, told Prensa Latina that it is a colossal effort to promote a work performed by talents of Cuban and Russian dance.

After two presentations in Paris, the Ballet of Camaguey will perform in the Zenith of Toulouse, Opera de Massy, Le Dome de Marseille, Zenith de Saint Etienne, and stages of Lyon, Niza, Bordeaux and Annecy, among other cities.

Another notable Cuban cultural event in France will take place before the end of the year with the return of the company of Santiago Alfonso and Varietés Havana Tropical, which enjoyed great success in Europe last year.

viernes, 7 de octubre de 2011

Nueva imagen de la Virgen de la Caridad

Producen en Cuba disco dedicado a Virgen de la Caridad



Escrito por Martha Cabrales Arias

05 de octubre de 2011, 14:43Por Martha Cabrales AriasSantiago de Cuba, 5 oct (PL) Un disco dedicado a la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba, está hoy en postproducción a cargo de BisMusic, de la compañía ARTEX, informó José Manuel García, responsable principal del empeño artístico. En declaraciones a Prensa Latina, García precisó que con el título Virgen de la Esperanza, la placa deberá estar lista a inicios del próximo año y se sumará a la celebración de los 400 años del hallazgo en la Bahía de Nipe de la efigie de la deidad.Explicó que serán 15 piezas, la mayoría de ellas popularizadas a lo largo del tiempo por legendarios compositores e intérpretes del pentagrama nacional, entre los cuales sobresalen Sindo Garay, María Teresa Vera, Compay Segundo, Fernando Alvarez y Bienvenido Julián Gutiérrez.Puntualizó el creador que todos los números están dedicados a la Virgen Mambisa y son interpretados casi en su totalidad por solistas y agrupaciones de esta ciudad como son la familia Varela-Miranda, el septeto Ecos del Tivolí, José Aquiles, Los Guanches y Azabache, entre otros.De acuerdo con García, gerente de producción del sello BisMusic, la obra incluirá un DVD con valoraciones de personalidades cubanas acerca de la impronta de la Virgen de la Caridad del Cobre en la conformación de la identidad nacional.Indicó que lo acompañan Eddy Cardoza y Gonzalo González en la producción, a la cual contribuyeron decisivamente las autoridades locales.Resaltó la notable colaboración de la doctora Olga Portuondo, Premio Nacional de Ciencias Sociales e Historiadora de la Ciudad; el padre Jorge Catasús y el presidente de la Unión de Escritores y Artistas en la provincia, el compositor Rodolfo Vaillant.rmh/mc


domingo, 2 de octubre de 2011

Plaza de la Merced

La Merced, plaza que brotó de una laguna



27 de septiembre de 2011, 01:06Por Mabel Guerra García*
Camagüey, Cuba (PL) Desde sus orígenes, la Plaza de la Merced ha sido uno de los espacios más vistosos y concurridos de esta villa cubana, conforme la vida, las costumbres y las tradiciones de sus habitantes.
Otros Exclusivos:
*Cuba: Huellas de inmigrantes en el Hotel Plaza
*Caminos de la arqueología en occidente de Cuba
*Cuba potencia el uso de sus tierrasErigida hace varias centurias en el verdadero corazón de la ciudad, la plaza posee un atractivo especial que, a pesar de los años, aún le dan el heterogéneo paisaje arquitectónico y los aires místicos, culturales y funcionales que se cimentaron y evolucionaron en su entorno hasta nuestros días.
Pasados los siglos, la Merced o Plaza de los Trabajadores, nombre actual, se ha convertido entre las numerosas plazas existentes aquí en sitio de estacionamiento favorito para las generaciones de camagüeyanos o visitantes, por los usos múltiples y cotidianos de los edificios que la definen y por ser sugestivo escenario de recreo espiritual.Atestiguan los investigadores que muchas de las edificaciones que la delimitan, como la de estilo art déco en que se ubican hoy Radio Cadena Agramonte y Radio Camagüey, construida en los años 40 del pasado siglo, reafirmaron a esta villa cubana "su rango de gran ciudad".Su figura triangular, que marca el sendero hacia importantes y bulliciosas rutas de esta localidad, justifica también el agitado y profuso tránsito de automóviles y peatones que a diario se observa.La prosperidad y desarrollo de la Merced sellaron a través del tiempo su carácter simbólico en el conjunto de plazas de la isla de Cuba, con la particularidad de que emergió de una de las cuatro grandes lagunas existentes en el cacicazgo de Camagüebax, donde se instaló definitivamente la ciudad de Camagüey en 1528.Esas lagunas servían a las necesidades hogareñas de los vecinos de la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe -fundada en 1514-, excepto la del agua potable, por estar generalmente infestada y, en consecuencia, causar el mal de las culebras, según contaron los primeros habitantes al obispo Morell de Santa Cruz cuando la visitó en 1756.Las primeras noticias sobre la urbanización en la zona datan del siglo XVI, cuando Juan Griego erigió una ermita en el límite entre el campo y el poblado. En 1601 la ermita fue cedida a frailes mercedarios, llegados de Santo Domingo, para levantar un convento mediante donativos de los principales moradores de Puerto Príncipe.La edificación de la iglesia confirió importancia al área, pero la definición de su espacio presente no se consolidó hasta el siglo XVIII, en que, al desaparecer la laguna, se compacta la perspectiva urbana histórica que enlaza la Plaza de la Merced con la de Nuestra Señora de la Soledad.Durante este siglo se construyeron además las viviendas uniplantas que fueron cerrando el lugar hasta someterlo a la geometría triangular que posee.El convento e iglesia de Nuestra Señora de la Merced, al que debió su nombre original este popular sitio, no solo fue uno de los edificios religiosos más hermosos del país, sino que devino centro cultural de gran importancia.Los jóvenes principeños de la época estudiaron en el templo (de tres naves con bóvedas de cañón construidas con ladrillos) gramática, filosofía y teología, saberes que se consideraban indispensables para hacer de la villa un centro político y administrativo de valía.Entrado el siglo XIX, la plaza de la Merced, además de ser sede de las actividades religiosas, se convirtió en un importante núcleo comercial, debido a los numerosos negocios que se instalaron en ella. También allí se desplegaron actividades de índole recreativa como representaciones teatrales y ferias.La compañía ecuestre de don Juan Breschard, una de las tantas agrupaciones que recorrían las urbes de la isla de Cuba por entonces, eligió en 1817 este terreno para sus funciones de circo-teatro.Edificaciones como símbolo y ejemplo del desarrollo económico de la metrópoli se levantaron igualmente en la plaza durante este siglo. Tal es el caso de la mansión donde nació Ignacio Agramonte, insigne patriota de la gesta independentista de 1868-1878, en uno de los edificios más atípicos de Camagüey, convertido hoy en museo.Aire de modernidad le confirió asimismo la colocación de un reloj público en la torre de la iglesia de la Merced, que desde entonces, por más de cien años, ha anunciado a los habitantes de esta ciudad las horas, los cuartos, las medias horas y los tres cuartos, mediante sus campanadas.Se produjeron en su entorno la apertura de fondas y del Hotel El Lucero, después Hotel Español, que llegó a convertirse en un acogedor espacio para el billar, las mesas de tresillas, los juegos de dominó y ajedrez, y la cantina y el restaurante, con servicio a domicilio.La presencia de los Carmelitas en el Convento de la Merced introdujo en aquella época la tradicional procesión del Niño de Praga, que mantuvo su salida en cada Semana Santa del Santo Sepulcro, joya de la orfebrería que recorre aún importantes espacios de Camagüey sobre los hombros de feligreses.Dicha peregrinación, con partida desde la Plaza, devino espectáculo cultural que continúa atrayendo a creyentes y no creyentes.A raíz de la primera intervención norteamericana, se le cambió el nombre a la Merced por el de Charles A. Dana, director del periódico Sun de Nueva York, nombre oficial que muy pocos incorporaron, según reseñas de la época. Aún se conserva una lápida de mármol con aquel topónimo en el exterior de la iglesia.La creación allí de un parque con bancos, árboles y un estanquillo de prensa, en 1901, ofreció a los camagüeyanos un nuevo espacio de reunión en esta plaza, un calificativo que nunca perdió.Jóvenes intelectuales de la legendaria urbe concurrían al sitio donde tuvo su peña el Poeta Nacional Nicolás Guillén (1902-1989)y en cuyo centro el Ayuntamiento había plantado una ceiba para celebrar la instauración de la República en 1902.Aunque el parque fue eliminado años más tarde, el árbol se mantiene todavía, como auténtica pieza dentro del sistema de signos y de la cultura de Camagüey, rodeado de un muro de granito con verjas de hierro al estilo colonial.Además de servir de soporte en el 2005 a La gran manzana, del joven artista de la plástica Ricardo de Armas, la ceiba se ha convertido, junto a su Plaza, en escenario para los artesanos camagüeyanos durante las tradicionales fiestas de la Carcoma y de Barro y Fuego, entre otros eventos culturales de la ciudad.A ella se asocia el Teatro del Pueblo durante los festejos del San Juan, en junio de cada año.La modernidad del siglo XX trajo a la imagen de la Merced un marcado eclecticismo, que perdura en edificios como el que ocupó un banco canadiense, el de la Benemérita Sociedad Popular de Santa Cecilia o el de la tienda La Gran Señora, así como inmuebles de apartamentos construidos en su contexto.En su asiento tuvo lugar el 7 de agosto de 1925 la clausura del III Congreso Nacional Obrero, en el que participaron más de cien delegados de 82 organizaciones sindicales, un gran acontecimiento histórico.Quizás porque devino acostumbrado sitio de concentración para diversos actos políticos y culturales de carácter obrero y popular, fundamentalmente en la etapa revolucionaria, se la denominó con el apelativo vigente de Plaza de los Trabajadores.Por algún tiempo, en uno de los edificios del entorno también radicó la sede de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en esta provincia.Renovada con luminarias y demás elementos propios de las ciudades modernas, la bella Plaza mantiene sus encantos y el ritmo de la vida que le imprime su gente.* Corresponsal de Prensa Latina en la provincia de Camagüey.Em/mg